sábado, 9 de junio de 2007

camino















Cuando todo se precipita,
solo nos queda el segundero
como brujula
y su latir sin parar.

-Te pienso
y me imagino un quitamiedos
donde alguien dejo un ramo de azucenas
y unas palabras,
ya sin destinatario.
Este mi sueño,
sabe a lagrimas,
sabe salado...