lunes, 23 de abril de 2007




















ruido de cristales,
de puertas abiertas
por las que pasa el viento
que mece la lampara que pende de un cable...
sabes que su libertad,
su luz también pendía oscilando ritmicamente.
ese terrible olor amargo
a tabaco viejo e incienso
y a ceniza de fotos quemadas...

el se había marchado,
dejando claros signos de su estancia.
los papeles revueltos
llenos de garabatos incomprensibles,
los libros de matemáticas abiertos sobre la mesa,
tazas con posos de café en los que nadie busco futuro,
manchas de tinta seca sobre un papel arrugado y ligeramente húmedo
y algunos esbozos de lo que pudo ser una carta de despedida.

el se había marchado,
salvando tan solo una foto,
de una chica sonriente
que le evocaba cálidas sensaciones.
Foto, que grapo a su corazón,
para que este no pasara frío.

levanto su fardo de esperanzas y desilusiones,
se lo echo al hombro
y marcho dejando tan solo como recuerdo
su ausencia, una lágrima cristalizada en el suelo
y alguna que otra colilla como testigo de su presencia.

5 comentarios:

javus dijo...

mi teclado se niega a poner tildes. sera la influencia germanica?
espero que me podais perdonar.

Anónimo dijo...

¿A dónde se marchó?

Anónimo dijo...

No estoy de broma. Lo pregunto en serio. ¿Es una huida? ¿De la realidad?
Por lo demás, es un poema bonito

Oveja berserker dijo...

a dónde se marchó no creo que importe mucho, si en realidad no va a volver, o nadie espera que lo haga.

Anónimo dijo...

Siempre hay alguien que espera que vuelva y ¿por qué no va a volver? Se puede cambiar de opinión y se pueden cambiar muchas cosa.