Cuando todo se precipita, solo nos queda el segundero como brujula y su latir sin parar.
-Te pienso y me imagino un quitamiedos donde alguien dejo un ramo de azucenas y unas palabras, ya sin destinatario. Este mi sueño, sabe a lagrimas, sabe salado...
3 comentarios:
...me encantó, me encantó muchísimo!!!
besitos, pequeño ^^
*Natalia*
Las lágrimas que saben a sal. El tic-tac que no para nunca. Los caminos que no llegan a su fin.
Sara
A su fin ya llegó.
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