lunes, 16 de abril de 2007

juguete roto




















No logro dormir
y se me ha acabado la leche y los cereales del desayuno.
Mañana sera un mal día.
Mis fotos me miran
y me cuentan que un día fui diferente a quien soy hoy.
Quemo esas fotos.
Me saco el corazón y lo contemplo.
lo meto en mi cenicero para que no me manche las paredes y
cojo una cuchilla de afeitar y quito el tumor.
Los ventrículos izquierdo y derecho,
la aurícula izquierda esta abierta en canal,
el miocardio hecho un asco...Todo FUERA!
Para colmo la mitad de la cajetilla empapada en sangre
y mejor no hablemos del suelo.
le daré los restos a los zorros,
quizás ellos sepan apreciar
lo que yo no he sabido.

Soy un niño con un juguete roto
...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Los juguetes se arreglan. A veces, cuando era pequeño, me pasaba que se me rompía un juguete. Al principio duele, has perdido un juguete, pero con el tiempo la pérdida deja de ser tan dolorosa... e incluso puedes llegar a olvidarte de él. Entonces un día alguien aparece y consigue arreglar ese juguete, con el que tanto te divertías y del que ya no te acordabas. Las cosas se arreglan, poco a poco las piezas perdidas se vuelven a colocar en su sitio...muy lentamente...tan lento que duele...pero entonces llega un día en el que alcanzas la perspectiva para ver las cosas de otra manera... y te sientes mejor.

Anónimo dijo...

No estés triste porque se te ha roto el juguete, sonríe porque tuviste ese juguete y disfrutaste con él.

Anónimo dijo...

¿juguete roto? ¿qué se te ha roto? ¿no puedes dormir? ¿estás nervioso?
Bueno, pues... tranquilízate y reflexiona. No ha pasado nada que no puedas solucionar. Todavía estás a tiempo de arreglar muchas cosas. Mejor dicho, todavía estás a tiempo de no estropear las cosas. Tu puedes. Eres intelitente y bueno. Con un poco de orden mental y teniendo claro lo que quieres ser y lo que quieres hacer, no tiene por qué haber problemas. ¿Tienes fuerza de voluntad? Por lo que conozco de ti, sí que la tienes. Pues, ¡adelante! con fuerza de voluntad, con inteligencia y sabiendo lo que quieres hacer (que lo sabes), no tienes que pensar en que se ha roto un juguete.

Anónimo dijo...

Voy a llamar a tele collejas a domicilio, para que espabiles, tronco. Te queremos leer happy! Y ya ves como hay muxa gente apoyándote. Déjate ya de fases autodestructivas, y comienza con las constructivas. Me preocupas. No eres desgraciado, todos pasamos por malos momentos y aki estamos, te tengo q decir lo que tantas veces tú me dijiste...?
repite conmigo:
soy muy serio,
soy muy muy serio,
soy, terriblemente serio,
por eso digo, tres veces sin reirme,
tururú pajarito,
tururú pajarito,
tururú pajarito.

Que la vida no se acaba, niño, que dejes de pensar tanto en lo mal que estás y actúa, joder, disfruta, vive.

Espero que no te moleste que te escriba, pero me he visto en la obligación. Yo estoy bien, ok gordo?

Que te aprecio un huevo y que como ves, nos gusta verte feliz, y que no estás solo y todo eso que tú ya sabes, y que puedes seguir contando conmigo, ok?

pos creo q eso es todo.

Anónimo dijo...

Te he vuelto a descubrir. No tienes escapatoria. Y escucha, que hay que escuchar más.

javus dijo...

gracias. mi post ha podido sonar muy apocaliptico , pero el caso es que no lo es tanto. De todas formas gracias a todos.

eso si os rogaria que los anonimos dejarias vuestro nombre... soy un ser curioso por naturaleza.

Anónimo dijo...

Javo, los juguetes, se rompan o no, sirven para hacernos felices, ¿no? Eso debería decirte algo...

Yo tampoco quiero verte tristón, vamos, que iría a Berlín solamente para que me tuvieras para discutir!

Sabes a mí que me dijeron un día? Que tendremos malos momentos, pero en realidad vamos creciendo, y solamente nos paramos de vez en cuando y para darnos cuenta que, en realidad, somos más felices de lo que jamás soñamos...

Marta

Anónimo dijo...

Los cambios a veces cuestan de asimilar. Pero no por eso quiere decir que sean malos. Se cierra una puerta, se abre una ventana, y no hay más remedio que seguir aunque estemos estancados.
Si necesitas un empujón para salir del bache... silba!